Saturday, June 22, 2013

Oh Dios mío


    Ø  Oh Dios mío… Ok… ¿quieres pasar?
    Ø  Tengo buenas noticias. Mi supervisor quiere nominarme como el profesor del mes.
    Ø  ¡Enhorabuena!.. Debes disculparme, siento este desorden. Lady me está ayudando en algunos números, participaré en la verbena… ¿Quieres beber algo?... un refresco, cerveza, puedo preparte una limonada.
    Ø  Una cerveza estará bien. ¿Está Henri?
    Ø  Toma, no… no está.
    Ø  ¿Y qué harás en la verbena?
    Ø  Presentaré dos números, primero bailaré una salsa. Y luego haré de Julieta en una adaptación cómica de Romeo y Julieta… Oh que tonta soy, es hora de almorzar… y te tengo allí parado… ven… ven… siéntate, te voy a invitar algo de comer.
    Ø  Está bien así, en serio.
    Ø  Ay… - rompe un plato por apurada y yo me río – tengo los nervios muy torpes hoy.
    Ø  ¿Te pongo nerviosa?
    Ø  Sí… me pones nerviosa.
    Ø  ¿Por qué?
    Ø  Porque pareces demasiado “normal” y…  y mi estilo de vida está muy lejos de considerarlo como habitual. Tú sabes, Henri y yo… los niños… esa es la verdad… ¡aaauuu! – se ha cortado el dedo con los restos del plato que echó a perder-.
    Ø  No grites, no ha sido nada – cojo su dedo y  chupo la gotita de sangre que se ha formado –
    Ø  ¿Te das cuenta en el lío que te estás metiendo?
    Ø  No me importa – acerco mis labios a los suyos -.
    Ø  Bienvenido al otro lado del espejo Mario – y me besa-.
    Ø  ¡Oh Dios mío!

Tuesday, June 18, 2013

Entonces hubo un temblor

Sabes, me quitaron todo, me quitaron lo poco que tenía… y no me importa tanto lo que he perdido sino que no tengo a alguien que me abrace y me diga que puedo seguir adelante, pero no quiero que ese alguien sea cualquiera, quería que ese alguien seas tú.

Me haces mucha falta… He perdido todo lo que te escribí, he perdido la novela que estaba escribiendo para ti, he perdido mis trabajos y mis ideas primigenias de adolescente. Me apena haber perdido algunas fotografías tuyas.

Hoy hubo un temblor y he pensado en mis padres, mis hermanas y sobrinos y sobre todo en ti. He pensado en cuál sería tu impresión, he querido llamarte, pero me he reprimido porque me he prometido no llamarte sino hasta cuando tú me llames. No quiero molestarte con alguna ingenuidad.

Tengo que hacer nuevas presentaciones para mis clases, eso me está cansando harto, no tenía un registro aparte de mi trabajo de años. Me estoy quedando en las madrugadas trabajando, y me anima saber que tu trabajo es cansador y que el mío no es nada comparado en todo lo que tienes que esforzarte.


No me he cortado el cabello, porque no quiero verme joven; quiero verme con más años, quiero verme anciano y quiero que me veas anciano algún día y que sepas que te estuve esperando tanto tiempo… sé que el tiempo no se recupera, pero tampoco quisiera recuperar ese tiempo en que te esperé, pues aunque es triste – el esperarte – también es dulce, porque tengo una esperanza que volverás.

Monday, June 10, 2013

Un domingo


  • Qué curioso es ese joven.
  • ¿Por qué ha?
  •  Todo el día esta encerrado allí en su habitación, escuchando esas canciones melancólicas.
  • Estará enamorado pues.

  • Hay me da penita, parece inteligente. Además va a la universidad, pero siempre allí tan melancólico.
  • Bueno déjalo, mejor vente acá.
  • Hay no seas mañoso, además ten cuidado que se escucha, se va dar cuenta de lo que hacemos.
  • Seguro que estará escuchando y fácil que se hace una paja cuando escucha el sonido de la cama.
  • Pero qué vulgar eres Florentino.
  • Hay mamita, no te hagas la santa, ven a la camita.

Sunday, June 9, 2013

Quería hacerla feliz y se me fue.

Yo no la dejé, solo se me fue.
No entiendo por qué se me fue…
Yo no la dejé, solo se me fue.
Por qué se me fue, no sé…
Mi ilusión era que esta vez seríamos felices.
No supe que hacer, yo no la dejé.
Solo quería hacerla feliz.
Pero no sé, solo se me fue.
Por qué no me dejó hacerla feliz.

Yo no la dejé, solo se me fue.

Thursday, June 6, 2013

Eres mi dueña, no soy tu dueño.

Eres mi dueña, no soy tu dueño.
Si al menos pudiera hacer algo para evitar esta horrible situación,
Un, dos, tres, cuatro, cinco, media vuelta… ha sido una mala idea quedarme en mi habitación.
Un, dos, tres, cuatro, cinco, media vuelta… camino, camino infatigablemente y me pregunto si será acertado llamarte.
Un, dos, tres, cuatro, cinco, media vuelta… he cogido tu tarjeta y estoy marcando tu número. Está timbrando y no contestas… eres mala, pienso que has visto mi número y te has negado responderme.
Un, dos, tres, cuatro, cinco, media vuelta… pienso que si vuelvo a marcar voy a parecerte desesperado.
Un, dos, tres, cuatro, cinco, media vuelta… nuevamente estoy marcando, me arrepiento y cancelo.
Un, dos, tres, cuatro, cinco, media vuelta… marco, me digo que solo será una vez más, y si no respondes no volveré a llamarte.
Respondiste, tu voz sonó suave, estabas tranquila y no sentí ningún rechazo. Fui tonto porque lo que te decía podría interpretarse como un reproche.




-          Hola,
-          Hola, ¿qué pasó?, ¿por qué el sábado no viniste?
-          Estuve trabajando hasta tarde.
-          Claro, no tiene que ser que nos veamos todos los sábados, me supongo que será cuando tú quieras.
-          No seas así. Mi mamá me dijo que no te vuelva a ver o si no te hará un escándalo.
-          Y tú eres hijita de mamá, le vas hacer caso.
-          No es eso, pero la forma como me lo dijo, creo que sí es capaz de ir a tu casa y molestarte.
-          Está bien, es tu madre. Qué se va hacer. Igual, sabes que cuando quieras me tienes aquí. Hoy me quedé dormido y ya no fui a la universidad. ¿Cuándo nos vemos?
-          No sé.
-          Ya, pero cuando quieras puedes venir.
-          Está bien.
-          Cuídate.
-          Chao.


Necesito pisotear algo. ¿Qué puedo pisotear con mis pies? Quisiera pisotear tu apatía, quiero pisotear tu indiferencia por el sufrimiento y el dolor que me provoca, pisotearía tu falta de interés o de curiosidad por saber qué estoy haciendo, dónde iré y cómo estoy. Pero no tengo valor, no tengo valor de pisotear nada que sea tuyo. Voy a recostarme recordando que me diste tu mano para poder acariciarla.