Ø
Oh Dios mío… Ok… ¿quieres pasar?
Ø
Tengo buenas noticias. Mi supervisor quiere
nominarme como el profesor del mes.
Ø
¡Enhorabuena!.. Debes disculparme, siento este
desorden. Lady me está ayudando en algunos números, participaré en la verbena…
¿Quieres beber algo?... un refresco, cerveza, puedo preparte una limonada.
Ø
Una cerveza estará bien. ¿Está Henri?
Ø
Toma, no… no está.
Ø
¿Y qué harás en la verbena?
Ø
Presentaré dos números, primero bailaré una
salsa. Y luego haré de Julieta en una adaptación cómica de Romeo y Julieta… Oh
que tonta soy, es hora de almorzar… y te tengo allí parado… ven… ven… siéntate,
te voy a invitar algo de comer.
Ø
Está bien así, en serio.
Ø
Ay… - rompe un plato por apurada y yo me río –
tengo los nervios muy torpes hoy.
Ø
¿Te pongo nerviosa?
Ø
Sí… me pones nerviosa.
Ø
¿Por qué?
Ø
Porque pareces demasiado “normal” y… y mi estilo de vida está muy lejos de considerarlo
como habitual. Tú sabes, Henri y yo… los niños… esa es la verdad… ¡aaauuu! – se
ha cortado el dedo con los restos del plato que echó a perder-.
Ø
No grites, no ha sido nada – cojo su dedo y chupo
la gotita de sangre que se ha formado –
Ø
¿Te das cuenta en el lío que te estás metiendo?
Ø
No me importa – acerco mis labios a los suyos -.
Ø
Bienvenido al otro lado del espejo Mario – y me
besa-.
Ø
¡Oh Dios mío!