Si alguna vez te olvidase, Jerusalén,
que me falle la diestra;
se me pague la lengua al paladar
si no te recuerdo por encima de mi alegre canción.
¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas
y apedreas a los que te son enviados!
¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos
como la gallina reúne a sus
polluelos bajo sus alas...!
¡Oh, Jerusalén, tierra elegida de Alá y patria
de Sus servidores! ¡A partir de tus murallas, el mundo
se ha convertido en mundo!
¡Oh, Jerusalén, el rocío que cae sobre ti
cura todos los males, porque procede
de los jardines del Paraíso!
que me falle la diestra;
se me pague la lengua al paladar
si no te recuerdo por encima de mi alegre canción.
CANTO DE LOS HIJOS EXILIADOS DE ISRAEL
SALMO 137
¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas
y apedreas a los que te son enviados!
¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos
como la gallina reúne a sus
polluelos bajo sus alas...!
JESÚS CONTEMPLANDO EL MONTE DE LOS OLIVOS
SAN MATERO, 23-37
de Sus servidores! ¡A partir de tus murallas, el mundo
se ha convertido en mundo!
¡Oh, Jerusalén, el rocío que cae sobre ti
cura todos los males, porque procede
de los jardines del Paraíso!
EL "HADITH", PALABRAS DEL PROFETA MAHOMA.
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