Te hacías notar por la excesiva coquetería de tu vestuario y por tus formas un tanto extrañas en una mujer casada con dos hijos. Tus gestos preciosistas y tu forma de arreglarte me molestaban harto, en particular cuando atraía más miradas. Mi encantadora pequeña, hace ya tres meses que te dejé y todavía no sé nada de ti. ¿Dónde estás? ¿Qué haces? |
Mi encantadora pequeña... |
¿Has resuelto aquel problema que te impedía verme? Siento ansias por saber noticias tuyas.
En cuanto a mí me encuentro bastante bien, el tiempo me favorece mucho, y a pesar de las fatigas continuas que me imponen el trabajo y los estudios, estoy lo suficientemente satisfecho de lo que veo y oigo como para no sentir nada.
En cuanto a mí me encuentro bastante bien, el tiempo me favorece mucho, y a pesar de las fatigas continuas que me imponen el trabajo y los estudios, estoy lo suficientemente satisfecho de lo que veo y oigo como para no sentir nada.
Vuelve en cuanto te sea posible y cuenta con la fidelidad de tu enamorado.
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