¿Qué le miras tanto?, ¿te gusta? No – Aracely mira a
Sebastián y sonríe -, solo que me parece gracioso que siendo tan joven se le
esté cayendo el cabello. ¿Cuál joven?, si solo le falta un año para envejecer.
Gustavo se preocupa por su amigo; antes de salir había notado
que estaba muy nervioso.
Es que cuando supe que el bus no tenía baño me preocupé por
lo de la infección. Pero ahora, ¿cómo estás ahora? Bien, ahora me siento más
seguro, aquí no estoy a la merced de nadie, haremos paradas. ¿Y esos libros? La
Eneida, es la obra completa, es de una edición antigua de Sopena, muy buena;
ésta es Fuenteovejuna, teatro, quizás prepare a mis estudiantes para una
presentación, ¿puedes creerme que me costaron solo cuatro soles? Sí, Malambito.
Así es, hace mucho que no visitaba a ese babel de la cultura.
*****
¡Por qué llegas a estas horas! – Eduarda le grita a su hijo.
¡Y tú por qué le regañas a Teresa! Porque le pedí que te recuerde que
saldríamos. Ella me lo recordó, no tienes por qué gritarle cuando soy yo quien
te ha fallado; ¡o qué pretendías!, ¡que me impida salir! ¡Pero qué te pasa Keni!,
estás muy malcriado. No es eso Eduarda, estoy cansado que regañes a Teresa
porque tus hijos no te hacen caso, eso no es problema de Teresa, es problema de
Jhonson y mío, ¿no crees? Lo que creo es que debería quitarte el auto. No jodas
– Keni sube a su cuarto, tira la puerta.
*****
Sebastián explica sobre las competencias y capacidades a sus
nuevas amigas, Rosaura y Aracely escuchan interesadas. Conversan sobre la
educación, sobre sus universidades, el nivel de los profesores, los intereses
de los administrativos, otros. Mientras un moreno alto los escucha con mucho
interés.
Bajan en el paradero de la entrada de Huachipa – en la
Carretera Central -, toman rápidamente un chosicano – quieren pasar al
malogrado bus.
¿Estás distraída? – Rosaura piensa mirando por la ventana.
Sí, me distraje pensando en algo – Gustavo la ve frágil, tierna; se sorprende que
Rosaura pueda tener esos gestos siendo que todos la creen una liberal por sus
cuatro costados. Has sido muy valiente al seguirnos. No los he seguido, en
verdad creo que eres tú quien nos ha seguido, fuimos nosotras las que tomamos
la decisión primero – le mira a los ojos brillosos. En verdad los tres son unos
arrebatados, muy lejos de lo que se espera de los abogados – claro de los
buenos abogados -, ustedes deben estar para solucionar conflictos, no para
generarlos – Sebastián les regaña. No es eso Sebastián – Aracely responde -,
los inmaduros son ellos, ellos son los que dicen una cosa y luego salen con
otra; ya los conocemos, siempre son así. Así es Sebastián, tú no sabes nada de
nuestros compañeros, son pocos como Aracely y Rosaura que en verdad tiene
pantalones – ¿pero qué mujer hoy en día usa falda?
Ríen, bajan en Chosica y antes de tomar el bus para Matucana
deciden comer. Buscan un buen restaurante, es un día especial, han hecho su hazaña,
así que se merecen comer bien. Las chicas y Gustavo piden bistec a lo pobre y
Sebastián un saltado de pollo.
********
Yovana, creo que estás aquí en mi corazón, yo te amo mucho,
pero creo que ya te perdí.
Keni le escribe al Wassap y bloquea el número de su
enamorada. Llora, llora como un niño y más ahora que no tiene a nadie que le
pueda consolar. Se quita los zapatos, también las medias que las siente
malolientes, se quita los jeans y como ya no tiene más fuerzas se queda con el bóxer
y el polo y así se cobija con una colchita; recuerda a su amigo Sebastián que
le decía que cuando se sienta mal debe ponerse a limpiar su cuarto, pero él no
tendrá esa necesidad, Teresita se encarga de limpiar todo y dejarlo bien
oloroso.
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