Quizás esto te pueda incomodar,
pero si lo escribo es porque nada de malo en lo que te voy a proponer encuentro
y lo deseo mucho: duerme conmigo.
La propuesta es esa, duerme
conmigo. Y cuando digo duerme, es literal; no te estoy proponiendo una noche de
erotismo, solo te estoy pidiendo que te quedes a mi lado una noche para sentir
tu compañía.
Podríamos cenar algo sencillo –
para poder descansar bien -, qué tal si comemos frutas secas y un trago dulce
mientras vemos una película, una comedia para reír juntos.
Luego – después de asearnos,
tengo servicio privado -, iremos a la cama; acostados, conversaremos unos minutos,
hasta que sientas sueño – porque estaré pendiente de ti así que no voy a
permitirme dormir primero.
El hecho está en que estaremos juntos, sentiré tu calor – si me lo permites te abrazaré -, eso me
dará un gusto infinito y será como un pacto de que somos más que amigos.
El Principe de Cleves.