Tu personalidad.
De naturaleza cordial, sin mayor ambición. Gustas de los placeres de la vida, aunque no acostumbras a enredarte en ellos por mucho tiempo. Estas características te convierten en la pajera perfecta, aunque el amor entre ambos se encuentra bastante lejos del ideal.
Obtuviste una educación penosa, toda tu niñez y primera juventud te enfrentaste a la falta de padres y a los manejos del hogar. Por ello posees gran seguridad en ti misma y tienes razón para ello.
Llegaste al matrimonio dotada de experiencia y grandes capacidades, pero también con una ideología corruptible, insuficientemente definida como para tener los traspiés que tuviste conmigo, tras mi influencia me hiciste apenas roces, ya que no existió oposición de ideas.
De naturaleza cordial, sin mayor ambición. Gustas de los placeres de la vida, aunque no acostumbras a enredarte en ellos por mucho tiempo. Estas características te convierten en la pajera perfecta, aunque el amor entre ambos se encuentra bastante lejos del ideal.
Obtuviste una educación penosa, toda tu niñez y primera juventud te enfrentaste a la falta de padres y a los manejos del hogar. Por ello posees gran seguridad en ti misma y tienes razón para ello.
Llegaste al matrimonio dotada de experiencia y grandes capacidades, pero también con una ideología corruptible, insuficientemente definida como para tener los traspiés que tuviste conmigo, tras mi influencia me hiciste apenas roces, ya que no existió oposición de ideas.
Tu soberano impone su voluntad. Eres astuta pero al mismo tiempo eres débil. Estás exhausta de las continuas luchas y por ello te has sometido.
Me enamoré de tu soledad, esa soledad generada por tus momentos adversos. A pesar de tu trato agradable, no tienes amigos, lo que hace que yo sea el único a quien realmente tienes cerca. Sé de tus admiradores incondicionales, pero ninguno ya me preocupa, porque no tienen categoría suficiente para mantener contigo tratos de amistad. Tu relativo aislamiento se debe a que en verdad me amas pero no lo suficiente. Estás en una posición que no puedes confiar en nadie, no tienes entera libertad, puesto que te ven como una extraña. Conmigo no sería así, pero aún no me amas lo suficiente.
Mi señora, ahora se ve claramente quién de nosotros ama más. Juzgando por lo que habéis decidido, veo que puedes vivir en paz, mientras yo no puedo conciliar el sueño…
Un día volverás a tu antiguo afecto. Si no, yo moriré.
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