Te tengo al frente de mí

Te tengo al frente de mí, mirándome a los ojos. Tengo tantas ganas de abrazarte, tomarte y besarte.

-          Hola.

-          ¿Cuándo te veo?

-          ¡Qué no me estás viendo!

-          La vida no cambia, ¿tiene que ser así?

-          Estoy disfrutando de mi familia, todo está bien.

-          Seguro... ¿Estás mal?

-          No.

-          ¿Estás segura? – Y la veo que está delgada…, me pregunto si ya se ha resignado a la mera convivencia con alguien extraño que la suerte le impuso contra su voluntad.

No he podido borrar el pasado de mi mente. Quiero vivir cien años y que también los vivas tú y sepas que los cien años te he amado.