Wednesday, October 6, 2010

Elecciones



Me levanté muy temprano porque pensaba hacer mis cosas lo más pronto para así poder dedicarme a pensarte. Cuando me estaba metiendo a la ducha llamaste y tuvimos una charla buena acerca de dónde íbamos a votar. Entonces acordamos vernos el siguiente domingo porque votabas muy lejos y cuando te dije que iría a recogerte no quisiste. Colgaste, y yo feliz porque habías llamado, calientito fui a la ducha.

En la cola para votar – me tocó hacerlo en el Huancayito – me encontré con la chica más linda de mi promoción de secundaría, conversamos de qué fue de nuestras vidas, me emocionó volver a verla y pensé que podría ser una buena alternativa en la vida. Pero llamaste y no la invité a comer ya que me dijiste que estabas cerca y que iríamos a desayunar – eran más de las 11 pero no habíamos desayuno.

Al preguntarte por quién votaste, me dijiste que lo habías hecho por Huevo Duro, me molestó saber que Huevo Duro haya recibido tu voto por ser carismático, no es por celos sino que quería que votes por mi candidata Susanita. Igual me hiciste reír cuando me comentaste de la “penita” que te daba aquel candidato trasnochado.

Caminamos toda la tarde por diferentes lugares, para ir a desayunar, para comprar un artículo que necesitabas en tu trabajo, para comer un dulce que nos cayó mal, para almorzar, para buscar un carro que nos regresaría. Me mirabas y yo a ti, no te miraba como amigo, tú a mi me mirabas como una hermana o amiga que tiene pena porque el amigo/hermano está sufriendo.

Nos despedimos, me quedé con tu perfume, quería que me acompañes a mi casa pero no quisiste, igual quedé satisfecho con ese día de elección que me diste. Prometiste que me llamarías y que volveríamos a la montaña, estoy esperando tu llamada.

Mas tarde del domingo, fui a ver a Susanita en la plaza San Martín, estaba contento porque el flash la había anunciado ganadora, entonces decidí ir a verla, me alisté con pito y bufanda verde limón, Susanita no salía, había muy poca gente allí, pero la gente que estaba allí no pertenecía a un partido político o al menos la mayoría no era del partido, era gente que así como yo simpatizaba por Susanita, y comencé a gritar arengas.

Estuve dos horas gritando a favor de Susanita, cuando salió me permití emocionarme, grité y reí por mi candidata. Entonces me di cuenta que una linda chica me estaba viendo, era una cubana – cosa sorprendente – puesto que a Susanita se le acusa de ser socialista, entonces dije qué es esto, pero cuando la cubanita rubia comenzó hablar me di cuenta que sólo era una niña. Ella me preguntó que quién era Susanita, le enseñé y luego le pregunté por qué estaba allí y respondió que era de pura turista, que había venido con unos amigos del colegio y que se escapó porque quería ver que pasaba. Le di mi correo y nos despedimos.

Este día de elección pasó rápido, me encontré con tres hermosas mujeres: Elizabeth, Susanita y la cubanita, las tres me recordaban a ti, Elizabeth no sabía por quién votar y pienso que votó por un candidato pitufo de pura “penita”, porque la conocí así de linda en el colegio. Susanita, no salió triunfalista sino que calmada pidió vigilar. La cubanita, dulce niña que me miraba cuando arengaba a mi candidata, me recordó que hace 13 años nos vimos por primera vez.

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