En la tienda, son las seis y está en la tienda, en una hora cerrará e irá por su hija, se distraerá caminando por la Abancay, hoy todo es un loquerío porque mañana será paro de los transportistas. Gloria sonríe, pero su sonrisa no es de alguien feliz, no..., es una sonrisa mediocre, de alguien que está enferma de soledad porque la han dejado y enfermamente sigue amando.
Trata de tener fe
en que el tiempo hará su parte y poco a poco le dolerá menos, al menos eso dice
la teoría popular. Ella es consciente que fue la única que amó en esa relación,
que él – de quien no escribiré su nombre por lo infame que es -, él solo estuvo
con ella por los intereses que con ella tenía, desde que lo conoció, cuando él
no era nadie y ahora que la deja, tampoco es alguien, pero tanto ayer como
ahora, él ni siquiera la quiso.
Tampoco voy a
decir que toda la culpa es de él, porque qué podríamos esperar de un imbécil
que no sabía con quién vivía, un pobre mediocre que no se dio cuenta de la suerte
que tenía, y debe ser el azar porque no pudo haber sido un dios, no puedo
pensar que un dios le concedió el privilegio de tener en sus brazos a Gloria,
porque si no el imbécil sería ese dios que juntó dos yugos desiguales, material
y espiritualmente.
Recuerdo cuando le
conoció, cuando ese mequetrefe llegó a la casa y ella que tenía la mística de
solucionar los problemas de los demás encontró en él un meollo lleno de
problemas: un vagabundo, delincuente, sin ascendencia conocida. Y su lástima la
perdió, haciendo que pensara que amor era aquello que la había segado, esa
enfermedad de los siglos pasados, que la han perdido y por el cual desde entonces
no ha tenido paz.
Pobre Gloria,
camina por la Abancay. Aún es joven, y podría tener otra oportunidad, pero las
oportunidades pasan y ella no los toma… Jesús ha pasado varias veces por su frente,
le ha ofrecido llevarla con su auto, pero ella lo ha dejado pasar. Quiere estar
sola, no soporta la presencia de nadie, incluso la de su hija le es ahora una
incomodidad, quisiera llegar a su apartamento y estar sola.