Y vuelvo a caer
en la trampa
De tu juventud,
Tu bonito
hablar quedito,
Y la
casualidad que hoy estés conmigo.
De la ilusión
que es el amor.
Del cristal
que lo cubre todo:
La simpleza
del hombre,
La poca valía
de lo humano.
Me hinco a tus
pies repetidamente.
En un mundo
ancho y ajeno,
Nos separa tu
posición divina
Y mi humilde
carácter.