Me gusta que me
sirvas
Aunque con esa
sonrisa pálida
Que me hace
daño
Me hace daño
A veces es
bueno que me duela.
Regreso
pensando en tu esbelta figura
Sirviéndome a
la mesa
Con esperanza
Que cambiará tu sonrisa
Que no solo me
darás la mano.
Deseo contigo
hacer el amor
Tocar el
blanco de tu piel
Enredar mis
dedos en las hebras oscuras
De tu hermosa
cabellera
Que escondes
con la boina.
Sentándonos
juntos
Contándome de
los tuyos
Enterándote de
lo mío
Leyendo tus
poemas
Escuchando mis
versos para ti.
Reposando en
la desnudez de tus largas piernas
Atrapada en mis
flacos brazos
Probando de
tus costillas blancas
Acurrada en mi
pecho enjuto
Por el frío de
los dos.